Todos hemos oído hablar de los SAMURAI y todos sabemos que pelean con espadas y que las películas de samuráis traen mucha acción, también recordamos a Tom Cruise en “el Ultimo Samurai” pero todo lo anterior es una idea muy vaga. Por su puesto, yo no soy la experta del tema, pero por lo que he averiguado, leído y visto aquí, vale la pena aclarar algunos conceptos para entender un poco esta cultura, de la cual muchas costumbres aun perduran.
SAMURAI: traducido significa “guardia” (así que podemos hablar del samurai del Bancolombia por ejemplo…jajjajajaja)
Por allá en el siglo XII Japón era Feudal, 3 familias ricas manejaban el poder, tenían a estos hombres guerreros como su guardia personal, se les consideraba militares de alto rango y llegaron a tener mas poder que cualquier otra clase social en Japón. Pero los samurai también trabajaban para los dueños de los feudos o de grandes extensiones de tierra ;los “daymios”, Así todos los guerreros y los cuerpos de seguridad privados pasaron a llamarse “Samuráis”.
Los samuráis seguían una forma de vida, una ética, unas reglas, un código; que durante los años se ha extendido a todas las ramas de la sociedad y aun hoy en día afecta a la forma de pensar de todos los japoneses. Este código es conocido como “Bushi-do”- “Bushi” (guerrero) y “Do” (camino). Este camino se basaba en una serie de valores como por ejemplo la lealtad, la justicia, el sacrificio o el honor.
El Bushido está muy influenciado por dos disciplinas religiosas, el Budismo Zen y el Confucionismo. El Budismo entró desde la China durante el siglo VI y desde entonces ha afectado mucho a la cultura japonesa. En concreto, una secta llamada Zen fue la que se asentó con mayor fuerza en Japón. El objetivo principal del Zen es llegar a la “iluminación” a través de la liberación de la mente, la idea es lograr dejar la mente en blanco (muchos viven en este estado, con la mente en blanco….jajjajajjajajja, debemos empezar a llamarlos Zen, Zen-cerebro). A partir del Budismo Zen se han desarrollando una serie de disciplinas que ayudan a cultivar estos principios, por ejemplo, la ceremonia del Te (Sa-do) o la caligrafía (Sho-do).
Ambas palabras incluyen también la partícula do = camino. En el caso de los samuráis, la práctica y el entendimiento del Zen les servía para mantener la calma y la paciencia en la batalla aun en situaciones extremas y no dejarse llevar por el miedo.
Esto ha llegado hasta nuestros días, porque la mayoría de los Japoneses son personas calmadas y pacientes, a veces yo diría que incluso demasiado.
El fin de esto guerreros samurai además de defender lo que consideraban legitimo, era llegar a la absoluta claridad mental y física (sumi-kiri). Los samuráis habían eliminado el sentido de posesión de sus mentes; vivían de manera frugal, con absoluto desprecio por las cosas materiales, pues no les interesaba más que su honor y su orgullo. Un samurái era retribuido por sus servicios con alojamiento y comida, jamás con dinero, pues además de humillarlo, provocaba en éste la preocupación de perderlo (es más, este rasgo subsiste todavía entre muchos maestros de artes marciales -sensei-, que imparten su docencia de forma gratuita). La lealtad suprema a su “señor” cualquiera que este fuera, era absoluta, llegando incluso al suicidio.
Al principio los comparé con los paras de por acá que cuidan el terruño de los sres. feudales ganaderos. Pero cuando llegaste a la parte del bushido, del honor y del desprendimiento de lo material, esos samurai quedaron pareciendo mas bien unos niños de preescolar.
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